Sé que están ahí. No los veo, pero si me quedo quieta un instante siento el gemido de su respiración en mi cuello.
Me rodean, no hay posilibildad de escape.
Se van acercando lentamente hacia mi. Algunos en forma brusca, llegan a rozar mi piel, que se eriza del horror. Otros, más agazapados, lentamente van cercándome.
Mi corazón se acelera. No puedo respirar, el aire es denso. Huelo un aroma espeluznante, que me hiela la sangre.
Son Ellos.
Vinieron por mi.
Tarde o temprano iban a volver a encontrarme.
Crei que los habia vencido, y me animé a soñar con días cálidos y luminosos. Creé utopías grandes cómo mis ganas de seguir andando.
Pero, aqui están. Es inútil que grite. Es imposible escapar.
Solo me queda replegarme en mi. Volver a mi hueco, aquel del que una vez sali airosa.
Me empujan, me arrastran. Otra vez al oscuro y temido agujero.
Sola. Con ellos.
Y, no sé como escapar....