jueves, 21 de agosto de 2014

Credo

Tu amor es tan sincero que de pronto las habitaciones oscuras que habito 
se llenan de luz cuando llegas cargado de besos y esperanzas.
Inunda el espacio un desborde de caricias que hacen cosquillas al alma, y no puedo dejar de reír, y reír... y quererte.
Y llegas con tu sonrisa que dice cosas ciertas. Dice que todo va a estar bien. 
Yo le creo, te creo. Porque ciertamente, todo es mejor desde que estás.
Tu brazo me abraza y descanso. Se achinan mis ojos (ya no tengo miedo)
Vuelvo a confiar.
Confió en tu voz, que me dice compañera. Y en tu mano y en mi mano entrelazadas.
Confío en vos, en la maravilla de encontrarte en los vericuetos de la vida
donde podríamos no habernos cruzado nunca.
Por eso aveces creo en el destino. 
Pero más creo en nosotros y en nuestra valentía de amarnos.
Amén.