Hace varios años ya... que navidad no tiene para mi sentido festivo.
Es más, lo siento tan artificial, comercial.
No me apena decir que hoy estoy con un malhumor que no tiene comparación.
No me avergüenza admitir que quiero que pase este día sin pena ni gloria, lo más rápido posible.
No sé donde quedó mi espíritu navideño que celebraba, adornaba la casa, el jardín y mi rostro, llenando todo de luz y alegría.
Perdí a esa niña que creía en la magia, me convertí en esta mujer que solo cree en lo que ve. Y reafirma su creencia si puede tocar.
Perdi la mirada expectante y maravillada de las cosas simples. Tengo anteojos de ver la cruda realidad, que no me permiten animarme a soñar.
Añoro a esa javen que se enceguecia con los fuegos artificiales. Qué comía almendras con chocolate y turrones. Qué se tomaba el resto de todas las copas... y salia airosa por las calles del barrio a saludar.
Mañana ya estaré mejor. Todo pasa...
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